31 agosto 2006

Ladrones de tiempo.


En la sociedad actual cada vez hay menos respeto hacia los otros, y concretamente hacia el tiempo ajeno.

No caeré en aquello del tiempo es oro, pero es que el tiempo en esta sociedad tan ajetreada tiene el valor que “nuestra misma falta de tiempo” le da.

“Total por unos minutos; ya se sabe, venir a estos sitios hay que venir sin prisas; ya se que me has avisado que venias, pero es que tengo mucho trabajo; ¿llevas mucho tiempo esperando?; ahora vuelvo; ha salido a desayunar (más de una hora); puede esperarle; etc.

Parece que la persona obligada a esperar no tuviese nada más que hacer en este mundo, y que está exento de todo lo que hace que los demás no cumplan ni con su palabra, ni con el trabajo, ni con las citas, ni con sus responsabilidades, etc.

Pero si se da la vuelta a la situación, entonces estas personas se ofenden y no saben disculpar la aptitud que ellos tenían anteriormente.

¿Cómico no?