06 septiembre 2006

No veo un futuro mejor

El status de la mujer, con la voluntad, paciencia y tesón de algunas va cambiando pero de forma lenta y provisional, un descuido y enseguida se vuelve a posiciones pasadas.

Fui invitada a merendar con una V.I.P y sus amigas (aquí si Very Important Person), el lugar de la reunión era espectacular, en un día fantástico.
Todo presagiaba un par de horas agradables, como así fue. Lo que más me llamo la atención, es que en la reunión, la mayoría mujeres, me fueron presentadas haciendo mucho hincapié en el nombre del marido (por la relevancia del mismo). Más tarde, en la charla, algunas comentaron como habitualmente les cambiaban el apellido, por el del marido. Argumenté que las españolas teníamos la suerte de que nacíamos con un apellido y lo conservábamos durante toda la vida, al contrario que en otras sociedades, más adelantadas a la nuestra, donde se supone que las mujeres han conseguido más derechos (allí la mujer va cambiando de apellido en función de su “pertenencia” al padre, o marido de turno). Pero a mi no me sorprende que aquí se cambie habitualmente el apellido porque la aptitud de ellas da pie a esas “identificaciones”.

Hoy en Japón están de enhorabuena, por fin han conseguido un varón, que llevaban esperando cuatro decadas, que herede el trono. Como veían que era imposible conseguir un varón de sangre “real” iban a cambiar las leyes, eso sí no tenian ninguna prisa, ahora ya no lo harán.

Me pregunto, mejor no, casi afirmo:
sí aquí, en breve nace un varón, todos los buenos propósitos se quedaran solo en eso.
Hay que reaccionar y evitar que se nos siga aparcando (Foto).