27 septiembre 2006

TECNOLOGÍA

A veces la tecnología nos facilita la vida y otras nos rompe los nervios y los bolsillos.

Un ejemplo es la utilización por las empresas de los “call center” que según ellos facilitan la relación entre la empresa y sus clientes, pero que en la mayoría de los casos solo facilitan los beneficios de las operadoras telefónicas.

Ud. llama a un 902 000 000 y de entrada debe hablar con una maquina; aquí debo señalar que esta tecnología todavía no esta al 100% desarrollada y muchas veces la maquina le corta la comunicación por no entender lo que le están diciendo. Después de hablar con la maquina, normalmente viene más o menos minutos de espera, en que está obligado a escuchar o bien locuciones repetitivas o música, ya sea comercial o la sintonía, que la empresa en cuestión ha elegido como identificación sonora. Pasados una media de 10 minutos de espera (que nosotros pagamos sin obtener nada a cambio) se conecta con una persona, que si hay suerte, está debidamente informada y nos resuelve la consulta, reclamación, etc. pero que en otras ocasiones se limita a contarnos excusas o temas que no tienen NADA que ver con lo que le hemos solicitado.

Hay “call center” que contratan sus servicios con diferentes empresas, que no tienen nada que ver unas con otras, y que utilizan el mismo personal, infrapagado, para atender las consultas y que las respuestas que dan, darían para escribir una película, sino fuera porque normalmente en ese momento no estamos para oír disparates.

Que tiempos aquellos donde llamabas a una empresa y o bien no te contestaban, o bien dicho teléfono estaba siempre comunicando, era exasperante, cierto, pero por lo menos era gratis.

A mí personalmente la locución que más me gusta oír es aquella que dice:

“En este momento todos nuestros operadores están ocupados, rogamos nos llamen pasados unos minutos” y nosotros mientras pagando para nada, y lo mas cómico de esto es que pasa a horas en las que normalmente no hay gran aglomeración