30 diciembre 2006

¡no a la pena de muerte!
Por muy criminales que sean, por muchas atrocidades que cometan, por mucho que nuestro instinto primario nos lo pida, no hay que ponerse a su altura.

Reclusión perpetua, con unos mínimos de por vida, pero nunca la pena capital.

¿Qué se consigue con ello?
En EE.UU. está más que probado que no resuelve ni siquiera amedrentar a futuros criminales.

No hay comentarios: